sábado, 10 de octubre de 2015

Crítica de "Cien años de soledad"

Hola profe, acá le dejo mi reseña crítica de "Cien años de soledad"



Un día después de un sábado, Gabriel García Márquez, “el Gabo”, empezó a construir a Macondo, a los gitanos, a los Buendía, una guerra civil, una suerte de diluvios, la peste del insomnio y la del olvido, predicciones y pergaminos, y toda una serie de generaciones que se sucedían a lo largo de años de soledad. Acaso en el papel de deidad que crea, “el Gabo”, había definido también un final. Es harto elocuente pensar en la maestría con que García Márquez va dándole forma a esos “cien años de soledad”. Pero lo cierto es que la génesis ya se vislumbraba, con cierta rigurosa parsimonia, en el precedente de otro género literario: el cuento.De modo tal que algunos personajes, como los Buendía o el mismo pueblo de Macondo, ya habían sufrido (o acaso, tenido la suerte de) una existencia literaria previa.
En su “Decálogo del perfecto cuentista”, Horacio Quiroga nos habla del cuento como “una novela depurada de ripios”. Es una lástima que, a merced de los caprichos del destino, Quiroga no haya podido tener la oportunidad de inmiscuirse en la soledad de cien años. Acaso hubiera podido ver la soledad y el abandono que, a la carga de sus cuentos, él también nos presenta con una marcada melancolía o resignación. 
Loatrayente de “Cien años de soledad” es que la historia de la familia Buendíaes, implícitamente, la historia del continente latinoamericano. Quienes fundan Macondo provienen de lejos, huyendo de un crimen, quizás como un signo de la conquista de América. Durante el transcurso de los cien años atestiguaremoscomo vive el pueblolos variados hechos que experimentan. Desde los gitanos que venden objetos que, a los ojos de los pobladores, los asombran con una infantil maravilla hastalas guerras civiles,las matanzas de los trabajadores, la llegada de la compañía bananera que juega un papel importante en la evolución de los hechos narrados ya que simboliza, a primera vista, el progreso o la modernidad pero que, tomándolo con pinzas, en realidad podemos entenderlo como símbolo del capitalismo, la explotación y el abuso.El narrador exagera estos eventos, estas circunstancias, de modo que esa exageración se vuelve reflejo de una realidad. La novelacarece de una estructura determinada o lineal porque hay circularidad; hay situaciones que se repiten en el tiempo. Los mismos nombres, las mismas características de los personajes que se pasanen las generaciones; esas situaciones son análogasen toda la novela.
Cabe destacar los variados temas que toca el autor,como por ejemplo, las reprobaciones que hace a las empresasnorteamericanas por la explotación Latinoamericana, y por la influencia practicada a favor de las dictadurasy sus intereses económicos. Critica el conservadurismoal que se opone el coronel Aureliano Buendía. García Márquez combina magistralmente lo real y lo fantástico, haciendo admisible lo inverosímil, como los muertos que vuelven a aparecer o las levitaciones. El asombro de algunos personajes ante objetos cotidianos como imanes, bloques de hielo o las lupas nos permiten tener una mirada de ternura sobre ellos so pretexto de internalizarse uno también en ese realismo mágico. 
El lector, atento, irá conociendo introspectivamente a los personajes, se irá relacionando con ellos de una manera metafísica, y comenzará a encajar, como si de un rompecabezas se tratase, un elemento común que los hermana y, a la vez, los enajena: La soledad. Implícita ya desde el título de la novela, y multiplicada en las generaciones que conforman el pueblo de Macondo a raíz de una predicción escrita de antemano en un pergamino. No puedo evitar pensar en los símiles que subyacen con la Biblia, verbigracia, cuando se habla de longevidades como la de Úrzula Iguarán, lluvias prolongadas que arrasan con el pueblo dejando a su paso la devastación; las pestes del insomnio y del olvido, y un estigma en los habitantes del pueblo provocada por el incesto como un símil del estigma de la humanidad por el pecado como consecuencia de la caída del hombre. Naturalmente, Macondo tiene la esencia de la soledad reflejada en el aislamiento, como si fuese un purgatorio en donde sus habitantes sufren su existencia y esperan, como esperaba Asterión en su propia casa, la llegada de su redentor. Aunque a falta de Teseo, habráotros eventos que se narren en la evolución de la novela, que vengan a cumplir esa función como una suerte de anáfora que enfatiza, acaso por si faltase enfatizar aún más, la miseria y la desdicha de un pueblo condenado a cien años de soledad. 
A la luz de una gran alegoría ¿no será “Cien años de soledad” el pergamino que revele nuestro destino latinoamericano subyugado a capitales extranjeros?, ¿no habrá en esa revelación la oportunidad de cambiarlo, de torcer una predicción evidente? Quedará en la conciencia de cada quien aprobar o reprobar esta interpretación a tiempo que pueda analizar nuestra realidad con otro prisma. Juzgará el lector, oportuno.

2 comentarios:

  1. Excelente crítica literaria! Seguí trabajando así, tenés mucho potencial. La profe!

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  2. Excelente crítica literaria! Seguí trabajando así, tenés mucho potencial. La profe!

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